España, país europeo, miembro de la UE y en pleno siglo XXI, no es capaz de superar el examen de igualdad de las Naciones Unidas. La CEDAW (la Convención por la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra las Mujeres, por sus siglas en inglés) acaba de repasar en su convención de este año los parámetros esenciales de nuestro país en malos tratos, equidad salarial o educación en igualdad y concluye que no hay aprobado posible.
El informe preliminar de la CEDAW -con fecha 17 de junio- ya reprochaba al Gobierno central que las políticas de austeridad hayan "relegado a muchas mujeres a los tradicionales roles de subordinación" y hayan "empeorado su situación en la vida económica, social y política".
La tijera se suma a males ya endémicos, no resueltos, como "la cultura del machismo y la influencia social de las instituciones religiosas patriarcales" y eso acaba por dilapidar los avances logrados en los últimos años y que están, dice la ONU, en "riesgo de retroceso".