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Conciliación Familiar

Estamos muy lejos de Europa en conciliación familiar y laboral

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Estamos muy lejos de Europa en conciliación familiar y laboral

A pesar de las mejoras que se han venido dando en los últimos tiempos para mejorar la conciliación familiar de los empleados, la situación está aún muy lejos de ser perfecta.

Un informe de la Fundación Pfizer, denominado “conciliación y familia” señala que un 40% de las trabajadoras de nuestro país ha renunciado a cambiar de puesto de trabajo o a ascender laboralmente por tener personas dependientes en su seno familiar, un porcentaje que en el caso de los hombres baja al 12%.

Por si este dato no fuera ya bastante negativo, la percepción de las mujeres, en un 69,3% de los casos, es que el hecho de ser madre las va a perjudicar en su carrera profesional, frente a un 21,1% de hombres que tiene una opinión similar.

En relación a como se reparten las tareas domésticas, el estudio constata que únicamente en un 16,6% de los casos el trabajo en casa es desarrollado de un modo equitativo, siendo en un 59,5% tarea únicamente de la madre y en un 10,3% del padre.

Para Pedro Núñez Morgades, miembro de la Fundación Pfizer “seguimos en una España patriarcal, donde la mujer tiene muchas dificultades en el mundo laboral, y en especial en el ámbito de la conciliación”.

Entre las medidas más interesantes, a juicio de los encuestados, que pueden aplicarse para facilitar la conciliación familiar, destacan la coordinación entre horarios escolares y laborales, la flexibilidad horaria para entrar y salir del trabajo, la posibilidad de tener jornada continua y aumentar las actuales ayudas para guarderías.

En opinión de Nieves Alarcón, vicepresidenta de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, la conciliación va intrínsecamente unida con una mejor organización del tiempo laboral, ya que “no sirve de nada estar diez horas calentando una silla si hacemos menos que otros trabajadores europeos en seis”.

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Solo el 55% de mujeres vuelve a su viejo horario laboral tras tener un hijo frente al 100% de hombres

Solo el 55% de mujeres vuelve a su viejo horario laboral tras tener un hijo frente al 100% de hombres

Un tercio de las madres regresan al trabajo con jornada reducida o a tiempo parcial; un 7% no vuelve y el 3% son despedidas

 

Amaya Larrañeta

La igualdad de derechos entre hombres y mujeres, consagrada por la Constitución Española, está lejos de alcanzarse. Al menos en lo que a relaciones laborales se refiere. Y es que mientras el 100% de los varones que han tenido un hijo consiguen regresar al trabajo y recuperar su anterior horario y jornada a tiempo completo, en el caso de las madres apenas el 55% de ellas lo logran, según datos del informe Maternidad y paternidad en el trabajo, publicado este martes por la OIT y centrado en el análisis de la discriminación laboral por el hecho de decidir tener un hijo. Un tercio de las madres regresan al trabajo con jornada reducida o a tiempo parcial; un 7% no vuelve y el 3% son despedidas Poco más de la mitad de las mujeres vuelven al trabajo y al horario que tenían antes de dar la luz, tal como reflejan las estadísticas elaboradas por la Organización Mundial del Trabajo. El resto de madres, o bien regresan a su antiguo trabajo con un contrato a tiempo parcial o reducción de jornada (35%), o bien renuncian a trabajar siquiera (7%). Además, al menos un 3% de ellas pierde su empleo una vez iniciada la maternidad. Los datos son fruto de una encuesta realizada a finales de 2012, por lo que no es posible compararlos con otros años. A pesar de los evidentes pasos adelante que se han dado para reducir la desigualdad (trabajadores temporales y autónomos incluidos en las ayudas de maternidad, por ejemplo), los investigadores constatan que las empresas siguen penalizando a las mujeres por el hecho de tener hijos y cuidarlos. Es lo que Laura Addati, coautora de este estudio, llama "penalización maternal": El hecho de que algunos empresarios optan por contratar o promocionar antes a los hombres ante la previsión de que una trabajadora pueda entrar en el ciclo de la maternidad (embarazo, lactancia...). Presiones y conflictos En España, aunque la baja maternal está "muy protegida" por un Tribunal Constitucional "implacable", lo cierto es que la experiencia cuenta que "la discriminación y el acoso se producen antes incluso del embarazo y a la vuelta de la maternidad, con conflictos sobre la reducción horaria, los permisos y las excedencias", tal como relata Almudena Fontecha, responsable de Mujer del sindicato UGT. Según sus datos, el número de permisos totales ha descendido, si bien la causa principal es la caída general de la natalidad. "Tiene que ver con las dificultades económicas, y con que ante un bien tan escaso como es el trabajo, relegues la maternidad". Los problemas no se acaban ahí. De hecho, la OIT ha recabado informes que señalan que en España se llevan a cabo con frecuencia "tácticas de presión" y mobbing por parte de los empleadores con el fin de que las embarazadas y madres recientes desistan de su empleo. "En España estas prácticas están extendidas, con mujeres que dicen haber sufrido acoso durante su embarazo o presiones para dimitir". Y se han agravado por la crisis, tal como refleja el informe (página 74). Una de las causas de la brecha salarial La llamada penalización maternal explicaría en parte la brecha salarial y el techo de cristal de las mujeresLa penalización afecta a las mujeres no solo durante el embarazo, sino también durante los primeros años de vida de los hijos. "El empresario" —resalta Fontecha— "se pone la venda antes de que se produzca la herida: En la elección a la hora de contratar, opta por fórmulas que puedan extinguir la relación laboral por una causa distinta a la maternidad. O pregunta en una entrevista laboral a la joven aspirante si tiene pareja e intención de tener hijos", concluye. "Los estudios demuestran que la penalización maternal es una de las causas que provocan la desigualdad salarial, tanto por causas objetivas como discriminatorias. También explicaría la menor proyección profesional de las mujeres y el llamado techo de cristal", señala Addati, para quien este problema se ha de solucionar con políticas que incentiven u obliguen a los hombres a tomar también un periodo para cuidar de los menores y así romper la visión social de que son ellas las que se han de ocupar de los hijos. "No queremos que los padres tengan que elegir. En muchos de los países más avanzados se ha entendido que para incrementar la tasa de actividad y fomentar el crecimiento económico hay que facilitar el acceso de las mujeres al mercado laboral", asegura Addati. Entre las medidas propuestas por los investigadores de la OIT están, por ejemplo, el reparto obligatorio de libranzas entre padre y madre para el cuidado de los niños durante la baja de maternidad. Actualmente España concede 16 semanas remuneradas por este motivo, lo que la sitúa en el rango bajo entre los países desarrollados (ver mapa más abajo). Medidas como ésta se han aplicado en países como Alemania o Portugal. Se trata de bonificar la presencia de los hombres en el cuidado de los hijos: Si el padre se acoge a una licencia remunerada de dos meses, la Administración le regala otros dos meses más. Esta medida ha tenido éxito entre los alemanes, tras su implantación en 2007: "Desde entonces el porcentaje de papás que han pedido licencia ha pasado de un 3% a un 28%. Y de éstos, el 80% solicitan el permiso remunerado de dos meses extra", reconoce esta investigadora. "Los días obligatorios son una medida que funciona. Se necesita un incentivo para cambiar la realidad". En los países nórdicos, con este tipo de iniciativas, se ha ido rompiendo poco a poco con los estereotipo de que la mujer es quien se encarga del cuidado de los menores. Así, a pesar de que siguen siendo los que mayoritariamente solicitan los permisos por maternidad, "en Suecia los padres ya reclaman el 20% de las horas totales de baja, mientras que en Islandia la cifra asciende hasta el 33%", informa Addati. Más y mejores guarderías En los países escandinavos la implantación de amplios servicios de guarderías han permitido aumentar la tasa de actividad Otra de las propuestas imprescindibles pasa por la puesta en marcha de amplios servicios de cuidado infantil similares a los que hay en los países escandinavos: "Esto permite a las madres volver más fácilmente. Gracias a tener buenas guarderías y a una legislación que permite la conciliación la participación de las mujeres en el mercado laboral es mayor", explica. Y es que los servicios públicos para el cuidado de niños tienen la finalidad de "reducir la brecha que se produce entre el fin de la licencia remunerada y cuando empieza el derecho a una educación pública y gratuita, en párvulos. Ahí, durante ese periodo, se produce el problema ya que la mujer habitualmente tiene que reducir su tiempo de trabajo para cuidar al hijo", reconoce Addati, que habla de posibilitar un continuum de la asistencia infantil. "Si eres madre ya no te consideran igual" El caso de E. G. (publicista, 37 años) es el de otras tantas mujeres que se han visto empujadas a elegir entre su carrera y sus vástagos. "Cuando tuve a mi primer hijo conseguí inicialmente proseguir en mi puesto de trabajo. No tenía jornada reducida, pero me cambiaron el horario para que pudiera salir a las cuatro", recuerda. En su caso, a pesar de que fue reincorporada, ya nunca fue igual: "Desde entonces escuchaba cosas como que tras un embarazo lo normal es incorporarse a los dos meses, o que coger la baja de lactancia perjudica la proyección profesional", explica. E. G. vivió entonces una época marcada por una mayor exigencia: "Tienes que estar siempre demostrando tu valía". Si bien, tal como rememora, su implicación era tal que llegó a romer aguas y ponerse "de parto en la oficina". En su opinión, el problema principal estriba en la poca implicación de las empresas con la maternidad, lo que conlleva que en la práctica haya problemas para ejercer este derecho: "Por ley se puede pedir la baja por maternidad y la jornada reducida, pero en la práctica supone un parón y un freno a tu carrera", opina. "Te miran más con lupa y ya no te consideran igual, sino como una persona que está beneficiándose de algo. No son represalias, sino que tienes que estar siempre justificándote y demostrando lo que vales", indica. Tal fue la presión y la exigencia de su trabajo que E. G. finalmente decidió aparcar su empleo de publicista: "Tenía claro que no iba a volver a casa a las nueve de la noche, y aquello no era compatible con lo que me pedían". La baja por paternidad extendida, en el congelador En la línea de lo que reclaman académicos y economistas, los legisladores españoles habían previsto en 2007 incrementar el permiso remunerado por paternidad, desde dos hasta las cuatro semanas. Pero esta medida se aparcó por culpa de la crisis económica. Expertos como Laura Addati apuntan a recuperar esta regulación como forma de ayudar a la recuperación del mercado laboral e incrementar las tasas de actividad (personas dispuestas a trabajar) y ocupación (personas trabajando). La cancelación de la ampliación del permiso de paternidad "vino acompañada de un recorte en las ayudas directas por nacimiento de hijos [el llamado cheque-bebé]", tal como inciden los investigadores de la OIT, lo que supuso una dificultad añadida a la hora de planificar la conciliación de un núcleo familiar.
 

Derechos laborales de las madres al volver al trabajo

Derechos laborales de las madres al volver al trabajo

Los derechos laborales de las madres son una pieza imprescindible de la conciliación de la vida laboral y familiar. Podemos prever algunas situaciones durante el embarazo, antes de la baja maternal, pero otras nos sorprenderán cuando tengamos a nuestro bebé en casa. Puede que tuviéramos planificado reincorporarnos al trabajo cuanto antes y, después de dar a luz, descubramos que queremos estar más tiempo con nustro hijo, o que se produzcan cambios en el trabajo de nuestra pareja o en nuestra propia empresa.

En cualquier caso, estos son los derechos laborales que os protegen a tu bebé y a ti al volver al trabajo:

Baja compartida

Puede ser una opción cuando mamá necesita reincorporarse antes al trabajo. La madre trabajadora puede ceder hasta 10 semanas al padre (ella debe tomar obligatoriamente las 6 semanas que siguen al parto para recuperarse).

Las que se ceden se pueden disfrutar a la vez (la baja se acorta) o de forma suicesiva (primero la madre y luego el padre).

 

Baja maternal a tiempo parcial

También se pueden tomar las primeras seis semanas a tiempo completo y las siguientes a tiempo parcial. De esta forma, las 10 semanas restantes se transforman en 20 trabajando durante este tiempo la mitad de la jornada laboral.

 

Permiso de lactancia

Hasta que el bebé cumple 9 meses, la madre o el padre (solo uno de los dos) tiene derecho a ausentarse una hora o dos medias horas en la jornada laboral o reducir su jornada en media hora (entrar más tarde o salir antes). La duración del permiso se incrementará proporcionalmente por parto múltiple (una hora más por niño).

La ley contempla la posibilidad de acumular horas de lactancia en jornadas completas, lo que supone entre 15 y 30 días seguidos que se añaden al permiso maternal.

 

Reducción de jornada

Hasta ahora, todos los padres podían acogerse a la reducción de jornada por cuidado de hijos hasta que estos cumplieran ocho años. Pues bien, el Gobierno ha decidido ampliar este derecho cuatro años más, hasta los 12 años, para facilitar la conciliación familiar. Los funcionarios ya podían solicitar esta prestación. Los porcentajes de reducción de jornada no varían de la ley en vigor: entre el 12,5% y un máximo del 50%.
Además, las cotizaciones se mantienen invariables durante los dos primeros años de reducción de jornada.

Según la ley, la concreción horaria y la determinación del período de disfrute del permiso de lactancia y de la reducción de jornada corresponde al trabajador, dentro de su jornada ordinaria. Pero los convenios colectivos 'podrán establecer, no obstante, criterios para la concreción horaria de la reducción de jornada, en atención a los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral del trabajador y las necesidades productivas y organizativas de las empresas'.

El trabajador, salvo fuerza mayor, debe avisar al empresario con una antelación de quince días o la que se determine en el convenio colectivo, precisando la fecha en que iniciará y finalizará el permiso de lactancia o la reducción de jornada.

 

Baja por riesgo durante la lactancia

Cuando en el trabajo de la madre hay agentes o sustancias que pueden contaminar la leche, la madre tiene derecho a cambiar su puesto de trabajo por otro compatible con su situación.

Si no es posible, el contrato se suspende y se volverá a incorporar cuando el bebé tenga nueve meses. Durante este tiempo cobrará la prestación por riesgo durante la lactancia, que es el 100 % de su cotización.

 

Excedencia

Si la separación está resultando más dura de lo esperado, siempre queda la opción de solicitar una excedencia por cuidado de hijo hasta que cumpla tres años. Durante el primer año se reserva el puesto de trabajo y, después, uno de la misma categoría.

Asesora: Mónica Ruiz, de Aba Abogadas.